jueves, 6 de marzo de 2008

La reforma electoral al banquillo

El tema de la reforma electoral puso de manifiesto algo que se sabía: tenemos una de las peores legislaturas guerrerenses. Hace unos meses coincidí con un diputado priísta en San Cristóbal de Las Casas y le pregunté como iban a revertir esa percepción. Obviamente la reforma electoral publicada en diciembre-enero no es la respuesta, ni siquiera las reformas “correctivas” a todo vapor que quieren hacer.
La reforma electoral fue llevada al banquillo de los acusados. Pero no los autores intelectuales. En un estado como Guerrero antes que preguntarnos por la consecuencia deberíamos analizar la causa. Los ciudadanos, esa inmensa mayoría que no pertenece a partido político alguno y que por tanto no debemos una malentendida lealtad a los mafiosos de la política local, nos preguntamos sobre el porqué y no encontramos respuestas que satisfagan nuestra curiosidad.
¿Cómo llegamos al punto de tener una reforma electoral con tantas fallas? ¿Cómo una reforma de Estado en la que se ha invertido tanto dinero perdió su cauce democrático y se perfiló como un ejercicio (ignorante) desde el poder público? ¿Cómo permitimos la humillante soberbia e impunidad de los funcionarios que aseguran su participación en los procesos políticos de los que, por definición, deberían apartarse, so pena de ser partícipes de la violación de los principios democráticos? ¿Cómo nuestros diputados son capaces de legislar a espaldas del pueblo que dicen representar y que les da de comer?
Me cuestiono acerca de si no en su fuero interno el ciudadano guerrerense se debate en la encrucijada: apartarse de la participación política y cederle espacio a una clase gobernante que carece de rumbo y que se encuentra anquilosada en prácticas ancestrales que no han generado ningún beneficio real a la sociedad; o retomar un estandarte que le ha sido arrebatado y participar activamente en la definición de las políticas públicas, en la toma de decisión y en la elección de sus gobernantes.
En el programa radiofónico sabatino Criterios (ABC Radio, 1050 AM, Chilpancingo), quienes pertenecemos a la Fundación Académica Guerrerense hemos tratado de aportar elementos para la reflexión, buscando generar un poco de conciencia cívica, requisito esencial para transitar en estos estadios de preparación democrática.
La reforma electoral nos da espacio para ello y para más. Para replantearnos compromisos y para advertir nuestros retos. Quisiéramos que el grano de arena aportado por la FUNDAG fuera el inicio de una avalancha que derribará los bosques de la ruindad política, que arrasará los tristes imaginarios que han permeado nuestra cultura ciudadana y, finalmente, sepultará la apatía de nuestros conciudadanos. ¿Sueños guajiros? No, sueños guerrerenses.
Apostamos por la cultura, por la cultura de l@s guerrerenses, que incluye la jurídica, la legislativa, la política, la ética.
Leer los comentarios de diversos diputados (e incluso funcionarios del Poder Ejecutivo), en torno a la reforma electoral cuya constitucionalidad se dilucida en el máximo tribunal del país, sólo nos deja espacio para dos recomendaciones sobre lo que tienen que hacer: Señores diputados (y también señores Gobernador y Secretario de Gobierno): 1. Lean las Constituciones federal y local, y, 2. Rodéense de buenos asesores, que les digan lo que es y no lo que quieren oír, páguenles por lo que ello saben no por la capacidad que tengan para hacerlos sentir bien.
Quizá así entiendan porque legislar es un arte al servicio del pueblo y no de sus intereses personales.

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